Desde EEUU
Fecha: 11/Julio/2016
A Propósito De La
Escalada Militarista De Estados Unidos Contra Rusia
Por Ernesto Wong Maestre
Para comprender las complejas relaciones entre EEUU y Rusia y por qué
desde el Pentágono se vocifera que Rusia es una amenaza, hay que partir de
entender el significado geopolítico-militar que tiene Rusia para los intereses
hegemónicos de las fuerzas ultraconservadoras que controlan el poder en EEUU y
de comprender el estado real de inestabilidad en que se encuentra el sistema sociopolítico
y económico estadounidense.
El poderío renovado de
la Rusia de Putin
Rusia es la única potencia con capacidad nuclear para hacer frente con
éxito un ataque preventivo o disuasivo
nuclear de EEUU y destruir no solo los territorios europeos, donde EEUU
ha emplazado sus sistemas de ataque sino también convertir a las ciudades y
campos, donde EEUU emplaza sus armas ofensivas,
en desiertos radioactivos.
Esa capacidad nuclear de Rusia obstaculiza, de cierta forma, el chantaje nuclear (*) con que EEUU amenaza
a gobiernos y pueblos que no quieren ser absorbidos por EEUU, algunos de los cuales están vinculándose más
a Rusia y a China y saliendo del control hegemónico estadounidense como son los
casos de Siria, India, Paquistán, Irán y de cierta forma Egipto, Irak, Túnez,
Argelia, entre otros. Ya Nueva Delhi e
Islamabad, poseedores de armas nucleares, se incorporaron a la Organización de
Cooperación de Shanghai donde China y Rusia lideran esa organización, llamada
la “OTAN Oriental” por algunos estrategas
yanquis desde 1996. Y el próximo miembro
será Irán.
Con el significado de esa potente agrupación debe valorarse lo que
significa la frontera compartida por ambas potencias (Rusia-EEUU) a través del
extremo oriental de Rusia que colinda con Alaska, extremo occidental de EEUU, donde el estrecho de Bering es el punto
compartido. Esta frontera constituye una
debilidad para EEUU y una fortaleza para Rusia que va consolidando su presencia
científica y militar en el polo norte. Recientemente China otorgó un crédito
millonario a Rusia para desarrollar proyectos en el Ártico. Para algunos
generales estadounidenses que defienden el incremento del presupuesto
militar, Rusia tiene ventajas, ya que es
capaz de desplegarse con alta capacidad combativa y con mayor cantidad de
fuerzas por la retaguardia de EEUU y por sus flancos occidental y
oriental.
No es nada casual que recientemente el halcón del Pentágono, Ashton
Carter, haya reconocido que Rusia encabeza
uno “de los cincos desafíos estratégicos globales para la seguridad de
EEUU” o que el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército estadounidense, el
general Joseph Dunford, dijera que “el avance técnico militar de Rusia implica
una amenaza a los intereses de EEUU”, según reportó el comentarista del portal Sputnik, Eugeni Biyatov.
Hay un tercer significado geopolítico-económico que impacta en las
decisiones estratégicas de EEUU. La alianza estratégica integral entre la Rusia
de Vladimir Putin y la China de Jintao-Xiping une el valor geopolítico de Rusia
con el poderío militar nuclear de Moscú y con el poderío económico-tecnológico
de China para formar una gran fuerza militar, económica, científica y
tecnológica. Si en la época de la cruenta guerra fría del siglo XX, la URSS
lideró la conquista del espacio ultraterrestre, en el siglo XXI la dupla
Rusia-China podrían colonizar la Luna y explotar sus riquezas.
En este aspecto es muy interesante la reflexión del analista
internacional Ariel Noyola cuando
sostiene que próximamente “potencias geoeconómicas” seguirán a Moscú y a
Beijing debido a que comprenden que “para construir un sistema monetario más
equilibrado, la 'desdolarización' de la economía mundial es una prioridad”
(**).
El inestable sistema
político de EEUU y la “guerra fría”
En cuanto al estado real en que se encuentra el sistema sociopolítico y
económico del coloso del norte, hay innumerables evidencias de la coyuntura
crítica por la que atraviesa EEUU (desde la crisis económico-financiera del
2008, las rebeliones populares del
2009-2010 en catorce ciudades, hasta el poderoso movimiento Occupy Wall Street
de 2012 y el incremento de la violencia racial de 2015), donde dos fuerzas
político-militares-financieras potentes, con filosofías y estrategias
complementarias, llevan a EEUU hacia el
borde del abismo de una nueva guerra mundial en condiciones económicas y
sociales muy desventajosas frente a la alianza estratégica integral
Ruso-China. (***)
De ahí que esa “guerra fría”, surgida de la paridad de fuerzas entre el
capitalismo de EEUU y el socialismo de la URSS, terminándose la 2da Guera
Mundial y utilizada por los monopolios estadounidenses mediante el Plan Marshal
para expandir su poderío por África, Medio Oriente y Asia, nunca haya concluido
sino que tuvo una fase de aminoramiento sustancial de las acciones ante la
disolución de la URSS de parte, precisamente, de quien la utilizó como excusa
para el expansionismo mundial de las grandes corporaciones y para elevar el
grado de globalización a altos niveles, ahora incontrolables por sus propios
creadores.
Ya desde el primer lustro de este siglo
se pudo apreciar que se estaba dando en el mundo los mismos síntomas de
la guerra fría de los años 50 y 60 que ya hoy son, más que tendencias, son
posiciones de guerra fría en la política exterior estadounidense que están
afectando mucho más a su sociedad porque a causa de enfrentar a Rusia se ha
disparado la carrera armamentista en condiciones de recesión, han crecido
enormemente los niveles de pobreza y de inseguridad en el país, así como los niveles
de protesta social, mientras se reducen
los indicadores de credibilidad y legitimidad de las instituciones
políticas. EEUU es hoy el país que más población encausada legalmente tiene en
todo el mundo.
También el estado de “guerra fría” se promueve desde las élites en el
poder por intereses de dominación social internos. El auge reciente del
movimiento juvenil de carácter contestatario de orientación socialista es una
evidente muestra de los cambios que se ven aumentar en EEUU y recrean un panorama
similar a la pasada década de los 60. Las tradicionales actividades del FBI de
control subversivo se refuerzan hoy con el espionaje interno desde la NSA y con
las propias empresas de seguridad de las megacorporaciones que controlan y
moldean las conductas de sus profesionales, técnicos y trabajadores en
general.
A diferencia de la etapa inicial de “guerra fría” de los años 50 y 60,
en la etapa actual, la “guerra fría” no está marcada por el predominio del
enfrentamiento ideológico capitalismo-socialismo, ni por la superioridad económica de EEUU,
sino por el predominio de la conducta prepotente y bélica norteamericana, en
contraste con la apertura pacifista de Rusia y la superioridad económica del
socialismo de mercado con características chinas dirigido desde Beijing
mediante un experimentado partido comunista que ha logrado sacar de la pobreza
a más de 600 millones de seres humanos y conquistar todos los mercados
mundiales en menos de medio siglo.
Las amenazas de la
OTAN perturban la comunicación entre EEUU y Rusia
Algunos aislados llamamientos y exhortos de políticos de EEUU, a
cooperar con Rusia, quedan en el olvido debido al control tridimensional del
Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional imperial. No se puede pensar que el gobierno de EEUU
pueda lograr impulsar hoy en día una política de cooperación con Rusia estando
esta asediada por esas dos potentes corrientes político-militares-tecnológicas
(tanto del este como del oeste estadounidense)
que alientan posturas hegemónicas de control del mundo, exigidas sobre todo por las megacorporaciones
financieras, de seguridad y mediáticas,
interesadas tanto en dirigir y ejercer un Gobierno Mundial como en la
desaparición de las fronteras, y con
ello, la desestructuración de los propios Estados Nacionales.
En ese contexto, la expansión de la OTAN, tal y como actualmente la
impulsan las fuerzas ultraconservadoras en torno a Rusia y a China solo puede estar justificada en la mentalidad
guerrerista y armamentista de esas mega corporaciones que dan las órdenes a la
Casa Blanca y promueven los conflictos armados regionales o locales para aterrorizar a sus pueblos, y a otros
vecinos y por esa vía a condicionar a sus gobiernos a adquirir armamentos,
vehículos y productos de guerra. Sobre estas tendencias, el experto Dario
Azzelline ha sido bien detallado en su obra “El negocio de la guerra” (****).
Para esas fuerzas ultraconservadoras,
la OTAN, lejos de perder
vigencia, ha ganado en importancia,
ya que en condiciones de paridad nuclear siguen vigente para sus
intereses las guerras locales con el fin de desestabilizar países y
controlarlos a través, tanto de las oligarquías locales a las que suman con
presiones y chantajes, como de las megas corporaciones, aparentemente “neutrales”. Esto es precisamente
una de las razones de Rusia para elevar su estado de preocupación ante la
ampliación de las instalaciones DAM (defensa anti misiles) de la OTAN en diecinueve países, la mayoría cercanos a
Rusia o a China.
En efecto, la elevación de los niveles de las capacidades armamentistas
estadounidenses en territorios cercanos a Rusia y del uso de los medios guerra
no convencionales, como la propaganda con falsos datos por las redes sociales y
por los sitios informativos de la web,
el uso de los mercenarios, de los sicarios para atentar contra los
líderes y los grupos clandestinos de acción y sabotajes para impartir
terror, constituyen reales amenazas para
la seguridad y estabilidad de la nación Rusa y de sus aliados cercanos, máxime
cuando al mando de esas fuerzas clandestinas están los mismos oficiales que
comandan los ejércitos de EEUU en Europa o la propia OTAN, como es el caso del
general de cuatro estrellas Curtis Scaparrotti quien acumula experiencias en
guerra sucia y de 4ta generación de más de diez países de África, Medio Oriente
y Asia en que de una u otra forma ha estado involucrado.
Las declaraciones de Scaparrotti, al quedar al frente de las fuerzas
militares de la OTAN, referidas a
Ucrania son muestras de que pronto, desde Ucrania occidental comenzarán a
operar grupos clandestinos contra el sector oriental y contra Rusia y
Bielorrusia. Scaparrotti pudiera ser otro de los generales estadounidenses que
se involucrará en llevar clandestinamente la guerra sucia con el poder
inteligente contra Rusia.
Hay que reconocer que la OTAN no fracasó en Libia sino que logró su
principal objetivo: derrocar al líder libio Muhamar Al Gadafi y eliminar un
poderoso obstáculo a las pretensiones de EEUU de controlar el norte africano
para su Africom y para una futura guerra contra Rusia o China. Hoy en día,
tropas de EEUU se encuentran en territorio libio dando los pasos necesarios
para controlar el petróleo y riquezas de Libia, así como para crear la
superbase más potente de EEUU en África.
La OTAN, que es el brazo armado del Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional para actuar en el mundo a favor de la
potencia hegemónica estadounidense, también es el instrumento para chantajear
sistemáticamente a las oligarquías que gobiernan los países miembros. Pero también
es un poder que está obligando a sus adversarios a unir esfuerzos y recursos,
como está ocurriendo con la Organización de Cooperación de Shanghai. La
contradicción principal y más potente, entre actores internacionales en el
siglo XXI agrupados en OTAN o en OCS, lejos de aminorarse se acrecienta hasta
el punto que todos los días se pueden leer artículos en decenas de idiomas
diferentes sobre la existencia real o muy próxima de una tercera guerra
mundial.
Para la concepción predominante de las fuerzas ultraconservadoras
estadounidenses, la OTAN contribuyó a crear las condiciones de caos controlado para la
reconquista de todo el norte de África y ello se está logrando en los tiempos
fijados, por supuesto, no sin tropiezos, como el presentado por los militares
egipcios, la fortaleza demostrada por el gobierno argelino y la evolución de
los acontecimientos en Túnez que lo han empujado a los brazos de China.
La única capacidad que ha demostrado la OTAN en el norte de África y en
el Medio Oriente es la de amenazar la seguridad mundial, por cuanto sus
operaciones han obligado a que muchos gobiernos realicen incontables y
multimillonarios gastos de guerra donde las grandes ganancias quedan en manos
de los grandes monopolios y mega corporaciones, y estas se incentivan más a
impulsar la carrera armamentista y la desestabilización de cuanto país entren
en sus macabros cálculos hegemónicos.
(*)https://actualidad.rt.com/programas/detras_de_la_noticia/207321-detras-noticia-lanza-ristre
(**) https://actualidad.rt.com/opinion/ariel-noyola-rodriguez/207076-petroyuan-gran-apuesta-rusia-china
(***)
http://www.telesurtv.net/english/opinion/Building-a-Movement-From-Occupy-Wall-Street-to-Bernie-Sanders-20160416-0023.html
(****)www.omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/el-negocio-de-la-guerra.pdf
@ProfeWong
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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